sábado, 15 de mayo de 2010

Quiero ser egoísta



- Quiero ser egoísta, se que esta mal, pero por primera vez quiero ser tan egoísta como los demás – dije entre sollozos aferrándome a su cuerpo, mientras mis lagrimas caían sobre su ropa, empapándola con mi dolor, mi sufrimiento, mi agonía.
- De que estas hablando Michel?, no llores – trato de consolarme.
- Desde que era pequeño, me prohibieron serlo, tenia que pensar en los demás antes que mi, pero ya no lo soporto, me gustas, me gustas mucho y aun que se que esto esta mal, no me importa, te quiero solo a ti, y no quiero dejarte – grite aferrándome aun mas a el.
- Entonces no lo hagas, quédate conmigo – dijo levantando mi rostro y limpiando mis lágrimas – yo también te quiero Michel.
- Aun cuando este mal? –sollozando
- Si
- Cuando nos señalen?
- Si
- Cuando sea un niño malcriado egoísta.
- Me gusta mas si eres así – termino sonriendo.
- Mentiroso- comenzando a llorar de nuevo – estabas abrazando a esas chicas, y me no me invitaste a tu cumpleaños.
- Pero si fuiste tu el que me dijo que no te hablara, no quería que estuvieras molesto conmigo, por eso me resistí demasiado a abrazarte, a tocarte, a besarte – acercando sus labios a mi piel, entrelazando nuestras lenguas, succionando toda mi respiración, mi esencia, devorando todo mi ser, con su dulce boca. –y ahora no puedo contenerme.
- Eh??

Para cuando me di cuenta ya me encontraba dentro de su auto en dirección a su apartamento, y antes de que pudiera echarme para atrás, ya me encontraba debajo de el en su habitación.

- No crees, que esto es muy repentino? – dije asustado.
- Eh estado conteniéndome mucho tiempo, desde que te vi quise tocarte justo así – decía al momento de bajar delicadamente su mano por mi pecho desnudo.
- Pero si ya lo hicimos – estremeciéndome.
- La verdad –sonriendo – mentí, esa noche para cuando regrese a la habitación estabas dentro de la ducha con tu ropa puesta y quejándote que te habías caído, así que solo te desvestí, y te acosté, no pude hacerte nada – riendo – así que esta es la primera vez.
- Tú maldito bastardo, sabes lo nervioso que estuve, no pude dejar de pensar en eso todo el día, no me podía concentrar – sonrojándome.
- Sabia que te gustaba – victorioso – así que donde estábamos, a si aquí – diciendo esto comenzó a besar mi pecho delicadamente, suave, con una dulzura embriagadora, aquello era demasiado para mi, trate de detenerlo, pero me llene con el éxtasis y termine por entregarme al placer – tan linda es esta parte tuya, tal y como la imagine –continuaba bajando cada vez mas y mas por mi pecho.
- Eres un maldito pervertido – gemí –ahh.
- Lo dice alguien que ya esta todo excitado solo por lamer sus pezones un poco –me pregunto que pasara cuando toque aquí – tocando alrededor de mi entrada, introduciendo un dedo suavemente.
- No, ahí no…aahhh- gemí
- Te corriste tan rápido, eres todo un pervertido –lamiendo sus dedos con mi esencia.
- Que esperabas tonto es mi primera vez – sonrojado.
- Deberás? –aun mas sonrojado.
- Claro que clase de persona crees que soy, eras la primera de quien me enamoro en verdad, no soy como tu… - mas fui interrumpido por unos labios, que me volvieron a sumergir en un éxtasis grandioso, me sentía a morir y el simplemente susurraba palabras inentendibles a mi, eso me fastidiaba, ya que me excitaban muchísimo. – deja de decir cosas que no entiendo.
- Pero mira ya estas duro otra vez, eres tan lindo – besándome –aun así te preparare, no quiero dañarte – finalizo, introduciendo dos de sus dedos para ensanchar mi entrada, lubricando con su saliva, y mi propio semen – creo que ya estas listo –continuo mientras me penetraba dulcemente.
- Duele…maldito duele – le grite casi llorando, mas el trato de tranquilizarme susurrando algo a mi oído – idiota te dije que no me hablaras en alemán.
- Te amo – finalmente lo dijo – eso es lo que te dije, te amo Michel – para después besarme y embestirme con mas fuerza, con un ritmo contagioso, el dolor pronto fue desapareciendo, convirtiéndose en placer, hasta llegar al éxtasis completamente, hasta que me llevo a un lugar apartado de la realidad, hasta que deje de existir, y en mi cabeza solo existía lugar para un simple pensamiento, una sola persona, el.
Para cuando despertamos ya era de día, por supuesto que no fui a mi casa esa mañana estaba muy preocupado, no sabia como enfrentarlos, mientras que a kai las chicas de la oficina casi lo matan por que las dejo plantadas, aun así no era nada comparado a lo que iba a suceder, para cuando kai se dio cuenta, me prometió que me apoyaría, que estaría ahí para ayudarme, aun así le hice prometer que no diría nada, este era un asunto entre mi familia y yo, el simplemente me beso y sonriendo me aseguro que todo iba a estar bien.

Por supuesto que eso no era tan fácil…

- Cállate –gritaba mi madre –como puedes decir eso.
- Es asqueroso, maldito homo – continuaba mi hermano.
- Escúchenme por favor –suplique – estoy enamorado del doctor y no voy a dejarlo – asegure aferrando a su mano.
- Acaso quieres matar a tu padre? – preguntaba mi mama abrazando a ese hombre que se encontraba en el sillón – no puedes pensar en el.
- Déjalo Michel siempre ah sido egoísta, solo piensa en si mismo..
- Llevo toda mi vida pensando en ustedes, cuidándolos, haciendo lo que pensaban que era mejor, cumpliendo sus caprichos, acaso no tengo derecho a tener algo que yo deseo. – dije casi llorando.
- No le hables así a mama, eres un inútil y claro que nunca te van a permitir esto – continuaba Alex.
- Al menos si fuera una chica lo entendería, pero un hombre, es inaceptable, no puedo tener un hijo así – con histeria lloraba mama.
- Lo siento mama, pero de verdad lo quiero, amo a el doctor y nada de lo que digan me hará cambiar de opinión, y si es así como lo quieren –armándome con todo mi valor – me iré, pueden fingir que morí o que nunca tuvieron un hijo, pero no voy a negarme la felicidad, no ahora- termine sujetando aun mas la mano de kai, pidiéndole fuerzas para lo que iba hacer.
- Eres un inconsciente, acaso quieres que papa muera – grito Alex, en es instante mire el rostro demacrado de mi padre que simplemente presionaba su pecho con la mano, fue entonces que mis fuerzas se desvanecieron y que poco a poco mi agarre perdió su fuerza, soltando lentamente la mano de mi libertad.
- Michel no es un inconsciente – dijo al fin kai, quien al darse cuenta de mi situación apretó a un mas mi mano y salió en mi auxilio.
- Tu no te metas, todo es tu culpa y esto es entre el y nosotros, tu no eres de la familia –amenazo Alex.
- Lo se, le prometí a Michel que me quedaría callado, pero antes de eso le prometí que cuidaría de el, y eso es mas importante, no voy a dejar que sigan abusando de el, que no lo dejen ser feliz, que sigan haciéndolo pensar que el querer algo esta mal – continuo.
- Abusando, si eres tu el que se lo lleva, no se que demonios le metiste en la cabeza – continuo mi hermano – acaso no entiendes que el debe quedarse…
- No – grito interrumpiéndolo – el que no entiendo eres tu, escúchame bien, ya no me importa lo que piensen, me llevare a Michel, me lo llevare lejos, tan lejos como sea necesario para librarlo de ti, y ya veremos que harás cuando no lo tengas para que cuide de ti – enojado.
- No puedes hacer eso – al fin hablo mi padre.
- Lo siento señor – dirigiéndose a el – pero amo a su hijo y no voy a dejarlo.
- Papa, yo… - quise decir algo pero no tenia ya mas valor.
- Eh escuchado suficiente Michel… lo único que me queda es desearte toda la felicidad del mundo – sonriendo cálidamente para mi – perdona por acapararte todo este tiempo mi querido hijo – abrazándome – solo espero que no sea lo suficientemente tarde para que hagas tu vida.
- Gracias papa – dije abrazándolo – lamento no ser el hijo ejemplar que siempre quisiste que fuera.
- En eso te equivocas – dijo mi madre – siempre hemos estado muy orgullosos de ti, supongo que tengo que olvidarme de tener una linda nuera verdad –sonriéndome
- Mama – llore mientras la abrasaba- lo siento.
- Es verdad tampoco tendré nietos –bromeo papa.
- No te preocupes ya que el inútil de Michel fracaso en ese ámbito yo te daré muchos nietos – agrego triunfante Alex.
- Supongo que no hay remedio –termine yo – aun te parezco asqueroso.
- No… sigo pensando que eres un inútil, pero ya que… así hay más chicas para mí – dándome un golpe en la nuca –solo aleja a tu novio de mí, me mira muy raro.
- No te preocupes –abrasándome – solo tengo ojos para Michel.
- Creo que vomitare…que no iban a huir juntos
- Regresare mañana – termine mientras kai tiraba de mi para llevarme a su casa.
- Te amo – dijo sonriendo y besándome en su auto – quiero hacerlo ahora – manoseándome.
- Espera, no puedes… que acaso eres un adolecente – alejándolo de mi - deja de tocarme ahí.
- Solo cumplo la voluntad de tu padre –se excuso.
- Como que voluntad?
- El quiere tener nietos verdad, así que ay que intentarlo –abrazándome nuevamente.
- Que...espera no… si lo haces así… no… espera…ah…aaaahh – mas no pude detener a la bestia que había en su interior.

Creo que ser egoísta esta empezando a gustarme.